Queridos Hermanos: No olvidemos el verdadero sentido de la Navidad, las copiosas cenas, los trajes bonitos, las grandes familias reunidas en una gran mesa, son sólo la presentación del único milagro que nos dejó Jesús ante su venida a la tierra, pobre y sin hogar, solo con su Bendita Madre y San José, el espíritu de la Navidad es y debiera de ser de amor y respeto, de alegrarse por que es Noche Buena y a media noche se iluminarán los hogares y el Rey un año más se personará en los hogares de los hombres y mujeres de buen corazón. Que ante las adversidades tengamos ese recuerdo ante las sillas vacías y pensemos que nuestro Jesús nacerá para ocupar esa silla ese hueco que nos llene de ilusión por un momento y que el ciclo de la Vida se renueva con Él. Con el Mesías tan esperado. Es Navidad y es motivo de alegría. Es Navidad y no olvidemos que esa silla vacía se llenará con el Rey, con el mismísimo espíritu de Dios Vivo.
FELIZ NAVIDAD.